Presidía la principal calle de su barrio homónimo, la de Princesa, hasta que un conductor, hace ahora dos años impactó de lleno contra su peana. Murió y descabezó al ilustre Argüelles.
La estatua medía 2,80 metros (4,70 con peana) y fue esculpida hace más de un siglo por José Alcoverro y Amorós (aquí, más datos). En el accidente quedó muy dañada.
En lugar de restaurarla y volverla a colocar en el lugar que merecía, el Ayuntamiento la sustituyó el pasado noviembre por un chirimbolo (sí, este era uno de los que debería haber quitado junto a los otros nueve).
No obstante, dejaron la peana y muchos pensaron que tal vez el bueno de Agustín volvería a presidir el barrio.
Sin embargo, el otro día pasé por el lugar y la parte baja de la peana ya había desaparecido. ¿Volverá a ver la luz algún día la estatua? ¿La veremos antes o después de que se reabra el faro de Moncloa? ¡Gallardón, ilumina a tus súbditos antes de tu retirada!
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Pues posiblemente era mi estatua preferida en Madrid. Espero que la vuelvan a esculpir.
Parece que su lugar lo ocupará un chirimbolo (¡cómo no!) y que la estatua de Argüelles se traslada al cruce de Ferraz y Rosales, enfrente del Templo de Debod.
Ahí va el enlace: http://www.elpais.com/articulo/espana/Agustin/Arguelles/muda/Templo/Debod/elpepuesp/20080317elpepunac_23/Tes