No sé si conocéis a Jaume d’Urgell , poeta, reconocido activista republicano, involucrado (al menos en tiempos) en el diario digital La República, ave inquieta en la red, conocido por sus performances en manifestaciones (como el día que escaló hasta lo alto de una grua en Sol para colocar la bandera republicana)…
Pues bien además de todo esto y mucho más Jaume d’Urgell recientemente ha solicitado formalmente y por escrito la expulsión de Juan Carlos I del Ateneo de Madrid. En esta imagen de Flickr podéis leer el escrito (que de todas maneras os dejo abajo). Este acto es una reedición del de Valle Inclán, que en su día hizo lo propio con Alfonso XIII
Escrito de interpelación a la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid, dirigido a la mesa de la Junta General de socios, efectuada al amparo de lo dispuesto en el Art. 22 del Reglamento.
En Madrid, el miércoles, 30 de mayo de 2007
Recuperando y haciendo uso de la mejor tradición del derecho a expresar libremente cuantas ideas y argumentos se estimen oportunos, en conciencia, con el mayor de los respetos, expongo:
Que, estando suficientemente acreditada la inconfesable, antidemocrática y arbitraria relación de recíproca complicidad existente entre el dictador Francisco Franco y el socio número 7.777, militar de carrera y al parecer, rey constitucional de España; y no reuniendo éste ningún mérito conocido que le haga merecedor, no ya del rango de Socio de Honor, sino siquiera de su pertenencia misma a la Docta Casa,
Solicito su expulsión del seno de nuestra institución científica, literaria y artística, por entender que un individuo con semejante trayectoria no tiene cabida entre los mismos muros que alumbraron lo mejor del talento y obra de Valle Inclán, Pérez de Ayala, Ossorio y Gallardo, Moret, Alcalá Galiano, Marañón, Ortega y Gasset, Cánovas del Castillo, Azaña, Unamuno o Larra, entre otros.
¡Salud!
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Madrid, la ciudad sin fuentes para beber
Grande, muy grande el amigo Jaume.
Yo cuando le vi subirse a aquella grua en Sol pensé que era un perturbado
¿Un perturbado? ¡Ojalá hubiera más perturbados como Jaime!